Corazón V

15 de junio
Sagrado Corazón de Jesús

Is 12 dad gracias

Me arrullas en tu corazón, con tu palabra, y sin saberlo durante toda la semana me has ido preparando a esta fiesta, tan entrañable, has ido poniendo la semilla de tu ser todo amor, la fuente viva del domingo, la dicha del apóstol, la alegría abundante en mi corazón, donde tú solo secretamente moras, tu cuidado, la confianza sin temor, la fuerza y el poder que proceden de ti. Sacaremos aguas con gozo de las fuentes de la salvación, cuyo manantial es tu corazón, inagotable de amor. Por eso te doy gracias, y bendigo tu nombre.

Corazón IV

14 de junio
Jueves X

Salmo 64 Tú cuidas la tierra

Tú cuidas la tierra, señor, la riegues y la enriqueces sin medida. Y nosotros, la humanidad, la devastamos, la desforestamos, la contaminamos, la axfisamos, la llenamos de humo y de fluorocarbonados, la secamos, la desertizamos, la volvemos loca. ¡Cuánto más sencillo volver al ciclo natural de los brotes que son bendecidos por ti!

Corazón III

13 de junio
Sant’Antonio di Padova

Mt 5, 17-18 Quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos

Cumplir y enseñar tus preceptos, señor, vivir tus mandatos. Tus preceptos son la alegría de mi corazón, pues has pronunciado mi nombre desde toda la eternidad y me has constituido insertándome en tu voluntad. Que escucho, que guardo en mi corazón, que quiero proclamar. Como San Antonio. Teniéndote en mis brazos, junto a mi corazón.

Corazón II

12 de junio
Martes X

I Re 17, 7-16 La orza de harina no se vaciará

¡Tantas hermosas lecturas que tiene esta lectura! El don acrecentado, cuando doy no merma mi riqueza sino que tú la multiplicas sin fin. Tú cuidas la tierra la riegas y la enriqueces sin medida. Abres tú la mano y sacias de favores a todo viviente. Pones en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino. Tú eres un caudal inagotable. Mi vida está en tus manos. Confiaré y no temeré.

Corazón I

11 de junio
San Bernabé

Mt 5, 1-12 Dichosos los pobres en el espíritu…

Fiesta de un apóstol, Señor. De uno de tus elegidos. De un testigo. Fiesta de una pilar de la Iglesia, de uno de sus cimientos. Fiesta. Por eso la palabra que se repite hoy en tu Palabra: dichosos, dichosos, dichosos. La dicha que procede de ti, y sin la cual la vida no alcanza su plenitud. Tú nos das la dicha, Señor, nos llamas a ser apóstoles tuyos, a proclamar tu buena noticia en nuestra vida.

Corpus

10 de junio
Corpus Christi

Mc 12-16.22-26 Tomad esto es mi cuerpo

Nos lo das. Te das. Te entregas a nosotros, para nuestra salvación. Puro don. Permanencia. Fuente de vida y abundancia. Que bien se yo la fonte que mana y corre.
Aquella eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras,
Aquesta viva fuente que deseo,
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.

 

Crecer VI

9 de junio
Sábado IX

Mc 12, 38-44 Se acercó una pobre viuda y echó dos reales.

Dos reales en el arca del templo. Aparentemente nada. Pero centras nuestra atención y nos dices: “Os aseguro que esta pobre viuda ha echado más que nadie. Porque los demás han echado de los que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”.
Cáritas, hoy mismo espera nuestro donativo.

Crecer V

8 de junio
Viernes IX

Mc 12, 35-37 La gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo.

De esto se trata, Señor: de disfrutar, de gozar, de revivir escuchando tu Palabra. Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios porque me ha revestido con un manto de triunfo y me adorna con las mejores galas, cuando de la boca brota tu Palabra. Cada vez que tu Palabra es pronunciada sobre mi, Señor, se alegra mi espíritu y se gozan mis entrañas y mi carne descansa serena.

Crecer IV

7 de junio
Jueves IX

Mc 12, 28-34 Escucha Israel

El Señor, nuestro Dios, es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Escucha y vive esta palabra de vida.

Crecer III

6 de junio
Miércoles IX

Timoteo 1, 1-3.6-12 Cuando rezo de noche y de día

Así Pablo se entronca en ti, así reaviva el don que le has dado, así crece su ser apóstol, así se derrumba entregado a ti sin reservas, sin temores, sin guardar nada para sí mismo. Rezando de día y de noche. Estar contigo en todo momento. Pronunciar tu nombre con el corazón, cada vez que respiro: Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mi.