Bálsamo de nardo

14 de abril
Lunes santo

Jn 12, 1-11 María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies, y se los enjugó con su cabellera.

Por amor. Solo por amor. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. A nuestro lecho florido, ven, austro, que recuerdas los amores, aspira por mi huerto, y corran sus olores, y pacerá el Amado entre tus flores.
Hace unos días una amiga me regaló un tarro de bálsamo de nardo, de María Magdalena. Para que me vierta en ti. Gracias.

Ramos

13 de abril

Domingo de ramos

Fil 2, 6-11 Se despojó de sí mismo y tomó la condición de esclavo

Eres aclamado como Rey, hosanna, hosanna, bendito el que viene en el nombre del Señor, y ya te has despojado de ti mismo, de tu ser, para quedarte desnudo en manos de Dios. Para hacer su voluntad, para darte por amor, alejado de todo lo que no sea el ser del ser en el abandono más radical, el de la muerte. Comienza hoy tu pasión. Te contemplo, Señor, y te pido me unas cada día más a ti en el amor.

Promesa

12 de abril
Sábado V de cuaresma

Ez 37, 21-28 Haré con ellos una alianza de paz, una alianza eterna. Los estableceré, los multiplicaré y pondré entre ellos mi santuario para siempre; tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Esa es tu promesa. Que cada año, en la semana santa, que comienza mañana, revivimos de una manera especial.

Libertador

11 de abril
Viernes V de cuaresma

Jer 20, 10-13 Cantad al Señor que libera la vida del pobre

Es lo que hizo María en el Magníficat. Proclamó tu grandeza porque enalteces a los humildes, a los hambrientos los colmas de bienes, a los ricos los despides vacíos. En este viernes, que antiguamente era el viernes de dolores, pongo en tus manos todos lo pobres, marginados, descartados, olvidados del mundo. Solo tú puedes ser para ellos liberación. Nosotros instrumentos en tus manos.

Fecundo

10 de abril
Jueves V de cuaresma

Gn 17, 3-9 Te haré fecundo sobremanera


No se bien como, pero se que de un grano de mostaza nace un arbusto donde anidan los pájaros, y que un poco de levadura hace germinar la masa, y que con lo poco que te ofrezco cada día me haces fecundo, tan fecundo como un campo de trigo, o una viña fértil. Tú, Señor, haces que mi vida sea en ti fuente de bendición.

Crucificados

8 de abril
Martes V semana

Jn 8, 21-30 Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que “Yo soy”

En la cruz atraerás a todos hacia ti; allí te miraremos, tras traspasarte. Ved la cruz de salvación, árbol que nos dio la vida. Allí, junto a ti, todos los crucificados del mundo. Donde nos sigues dando la vida, cuando nos acercamos a ti en ellos. Conviérteme, Señor, y hazme creer en tu evangelio.

Cañadas oscuras

7 de abril
Lunes V semana

Salmo 22 Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo.

Una vez más tu salmo de buen pastor. El que recitaría la casta Susana cuando vio en peligro su vida, por el testimonio de los viejos rijosos. El de la mujer sorprendida en flagrante adulterio. El de cada uno de nosotros cuando nos encontramos en cañadas oscuras, en sombras de muerte, al borde del abismo. Tu vara y tu cayado me sosiegan.

la primera piedra

Jn 8, 1-11 El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra

Una vez más, Señor, tu cercanía, tu compresión, tu acogida. Una vez más desarmas a los armados de la ley, de la verdad, de la justicia, para llevarlos al terreno de la misericordia. De tu misericordia. Una vez más, Señor, hoy, pones delante de nuestros ojos un espejo, para que mirándote nos veamos…y nos convirtamos a vivir, ya sin reservas, la alegría de tu evangelio.

Tu palabra

5 de abril
Sábado IV de cuaresma

Jn 7, 40-53 Jamás ha hablado nadie como ese hombre

Dime una palabra, Señor. Ayúdame a acoger tu palabra, a meditar tu palabra, a encarnar tu palabra, a que tu palabra sea luz y guía de mi vida, a dejarme conformar por ella, a guardarla en mi corazón, para ser cada día más como tú, con mis palabras y mis hechos. Ponme junto a tu palabra, y sigue dándome la vida.