8 de mayo
Sábado V de pascua
Jn 15, 18-21 Si el mundo os odia…
¿Cómo no nos va a odiar el mundo si el mundo te ha odiado a ti antes, y no ha sido capaz de reconocer el ti al que te ha enviado, si tu luz, ni tu paz, ni la plenitud del amor a la que nos llamas, ni la dicha que nos ofreces? Somos hijos de la luz y el mundo prefiere las tinieblas a la luz. ¿Qué nos puede extrañar que el mundo nos odie, un mundo que ha perdido el rumbo del amor?
Seguir tu misma suerte, Señor. Al sentir esta reflexión ¡qué calambre por dentro! ¡qué difícil no ser del mundo en lo cotidiano, en la rutina diaria.
Ayúdanos, Señor, a vivir cerca de ti y a expresar nuestro ser cristiano donde nos encontremos.