23 de octubre
Martes XXIX
Lc 12, 35-38 Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas
El evangelio de hoy, como el de ayer, nos llama a la atención y a la vigilancia. Estad preparados, estad dispuestos, estad entrenados, estad en la actitud de los criados que esperan la vuelta del Señor, estad, en definitiva, como el que espera, como el centinela que espera la aurora. Te espero a ti, Señor, porque tú me estás siempre esperando.