21 de julio
Jueves XVI
Ex 19, 1-2.9-11.16-20 El Señor bajó al monte Sinaí, a la cumbre del monte, y llamó a Moisés a la cima de la montaña.
Siempre apareces, Señor. Muchas veces en la cumbre de la montaña. Para ir allí me llamas. Allí te manifiestas, muestras tu palabra y tu rostro. Allí caigo admirado y te adoro. La cumbre de la montaña, en lo alto y en lo bajo, en la cordillera y en medio de las plazas, en la soledad y en la multitud. Allí me llamas. Allí te adoro.
Gracias Señor, por hacerte presente en mi vida, en todo los momentos y lugares.
Tú presencia no pasa desapercibida por mi, sé que cuando me sucede, cuanto bello veo, cuando los hermanos me necesitas , allí estás Tú.