11 de julio
San Benito
Salmo 33 Bendigo al Señor en todo momento
Desde la celda interior, en la ermita urbana, amanece mi corazón para ti. Me entregas a ti. Tú pones tu alabanza en mi boca, haces que todo mi ser te glorifique, que en mi pequeñez te escuche y me alegre, que ensalce tus maravillas, que te contemple en el silencio ruidoso y en la soledad acompañada y quede radiante de tu hermosura. Te gusto y veo lo bueno que eres, Jesús mío, me haces parte de tu fraternidad universal, en lo oculto. Me das tu paz. Me haces recibir cien veces más al mostrarme lo que soy, en ti, defricheur en las espesuras. Me das tu herencia. Tú eres mi bien.
Eres mi ley, mi hábito, mi olvido y mi memoria. Eres mi libertad
¡Bendigo al Señor en todo momento!
Cada hora de mi vida te doy gracias, bendigo tu Nombre y todo lo que haces por nosotros. Me pongo en tus Manos con toda mi confianza, sé que nunca me caeré.