22 de septiembre
Lunes XXV
Lc 8, 16-18 …para que los que entren tengan luz
Nadie enciende un candil y lo tapa, sino que lo pone en el candelero para que los que entren tengan luz. Tengo Señor, tu luz. Hoy muchas personas van a entrar en mi vida. ¿Cómo puedo darles tu luz, transmitirles, de alguna manera, tu claridad, dejar que brille tu rostro y nos salve? Alumbre la luz que recibimos de Ti, a través de buenas obras, para que den gloria al Padre.
¿Cómo podemos dar tu luz desde nuestra comunidad religiosa de san mateo, que hoy celebra su fiesta, y quiere compartir con todos nuestros amigos tu presencia entre nosotros?
Hoy la luz se hace visible también por Internet. La luz de la comunidad de San Mateo que nos llega a través de Nano, su portavoz, se mezcla y difunde con otras muchas luces que nuestro Padre común hace que surjan en los lugares y situaciones más diversas. El mundo es así un mar de fueguitos. Las tinieblas nos abandonarán y la paz reinará más allá de los coches bomba, porque el amor es más fuerte que la muerte.
Aunque con retraso, me uno a la comunidad de San Mateo en su fiesta y pido al santo evangelista y apostol que ilumine con la luz del Maestro a los que con su palabra nos iluminan cada mañana para empezar a caminar.