19 de enero
Jueves II
Salmo 55 En Dios confío y no temo
Bueno es poner la confianza en ti, Señor, solo en ti descansa mi ser confiadamente, que se recuesta en tu pecho anhelando el latido de tu amor, en el silencio de la noche, bello hasta cansar mi corazón, Dios mío. Confiar y no temer, pues tu eres mi fortaleza y mi auxilio, pues tu eres en mi mi propio ser. Disuélveme en la confianza más radical. Aleja los miedos que me doy.
No tendrás un dios extraño porque yo soy tu Señor, yo te liberé de tus pasiones y en la noche te hice ver la luz.
Señor ¿Cuántas angustias, me quitaría de mi corazón si mi confianza fuese plena en ti?
Es cierto que lo intento, que te busco en todo lo que me acontece, pero muchas veces pierdo la calma.¡¡Perdón Señor por mis flaquezas!!