1 de febrero
Lunes IV
Mc 5, 1-20 Empezó a proclamar lo que Jesús había hecho con él. Y todos se admiraban
Quien proclama lo que ha recibido de Jesús, el don de Dios, es un hombre poseído de un espíritu inmundo, que ha sido liberado por Jesús. Puede ser un buen ejercicio, Señor, para el día de hoy ponerme ante ti y recordar los beneficios de tu amor, lo que transformas mi vida cotidiana, lo que haces cada día por mi. Y al darme cuenta proclamar. Y al proclamar llevar a otros hacia Ti.
La liberación de Jesús de ese endemoniado es impresionante a simple vista.
Creo que Jesús más que escenificar la caída de esos puercos al precipicio, nos quiso enseñar la necesidad cambiar de vida. Éste endemoniado lo entendió, cambió de vida. Quería seguir a Jesús. Al enviarlo con los suyos hace que de testimonio entre su familia (Puede que los más incrédulos de su curación) ¡¡Valoró mucho más Jesús a la persona, que a la ganancia de los dueños!!
Buena lección para nosotros ;Los hombres por encima de todas las cosas materiales.
Gracias amigo por el comentario y meditación de la Palabra. Josefa