Ayuno

15 de febrero
Viernes después de ceniza

Is 58, 1-8 El ayuno que yo quiero es éste…

Al inicio de la cuaresma, tratando de estar en oración, me pregunto ante ti cuál es el ayuno que tu quieres. Ir más allá del precepto, que siempre ayuda, trascender la norma, para ir al enclave de tu voluntad en mi vida. ¿Cómo entiendo que el ayuno que tu quieres es que abra las prisiones injustos, que haga saltar los cerrojos de los cepos, que deje libres a los oprimidos, que parta mi pan con el hambriento, que hospede a los pobres sin techo, que vista a quien vea desnudo, que no me cierre a mi propia carne? Que no me cierre a mi propia carne. Ábreme a tu carne donada, Señor.

02.15

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

2 opiniones en “Ayuno”

  1. Ese es el ayuno que yo quiero… Ayunar de mi impaciencia, de mis envidias… ayunar de tener miedo… ayunar de volver la cabeza al sufrimiento, de negar mi mano al necesitado… ayunar de mis silencios y de mis huidas… ayunar de mi llanto ante situaciones mínimas y de mi ignorancia a lo importante… ayunar de hacer llorar…
    Ese es el ayuno que yo quiero, ese es mi propósito y mi lucha. Abreme tus brazos, Señor, solo viendolos abiertos ante mis ojos podré ayunar.

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