20 de febrero
Lunes VII
Ecl 1, 1-10 La arena de la playa, las gotas de la lluvia, los días de los siglos, ¿quién los contará?
Nadie. Nada. Plenitud infinita. Inmensidad inmensa. Sólo tú en el abismo de la existencia, sosteniendo lo que no se sostiene. Solo tú, Señor, creador y dador de vida. Solo tú en nuestro mundo de luces oscilantes, de wasap vertiginosos, de prisas indecentes. Solo tú, contando una a una las gotas del mar, el pespunte de las olas, la espuma del viento, la caricia del horizonte que nunca llegue y siempre termina.
Señor,me pierdo en tu inmensidad,soy tan pequeña! Y tu amor me hace grande.por eso se me alegra el alma y rebosa mi alegría.
Ante al ruido que provoca el silencio mentiroso, reza
Mc 9, 14-29
Estoy feliz, al poder leer cada día el comentario que nos mandais.
Es siempre maravilloso.
Muchas gracias