9 de diciembre
Martes II adviento
Is 40, 1-11 Aquí está vuestro Dios
Alza fuerte la voz. Proclama, exhorta, llama, invita a mirar a escuchar, a contemplar que ya llega, ya está cerca, ya viene nuestro Dios. Alza la voz para que cada uno de nosotros comencemos a enderezar lo torcido, a igualar lo escabroso de nuestra vida. Pues tú, Señor, quieres transitar por nuestra vida y necesitas el camino de nuestro amor.
«¡Aquí está vuestro Dios!». Aquí está nuestro Dios, ya viene, ya se acerca, alzo la voz, quiero gritarlo a todos, que todos se enteren de lo que va a llegar, porque si todos enderezamos lo torzido, si todos ponemos un poquito de fuerza para alisar caminos, Dios transitará por nuestra vida con todo el amor que nos trae. Ven Señor, no tardes…