30 de noviembre
San Andrés
Salmo 18 El cielo proclama la gloria de Dios
El día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su voz y hasta los límites del orbe, su lenguaje. Así pues la fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo. ¡Qué hermosos los pies de los que anuncian el evangelio con toda la débil fuerza de su ser, con el altavoz de su silencio, con su vida entregada en respuesta a tu llamada!
Que mi corazón esté atento al mensaje, para que se afiance mi fe.
¡Haz Señor que sea eficiente a responder a Tú llamada.!