3 de junio
Viernes VI de pascua
Jn 16, 20-23 Nadie os quitará vuestra alegría
La alegría que procede de ti, la alegría que se asienta en ti, la alegría de saber que estás con nosotros, la alegría de quien nada teme, pues ha entregado su vida a ti y esta entrega le colma y le llena de alegría. No es la alegría vana, la alegría pasajera, la alegría sin sustancia que nos ofrece el mundo, sino la alegría de quien se sabe en tus manos, la alegría serena que reconforta el ser.
Un susurro, una caricia, una hoja jugando en tu brisa… es tan claro y tan oculto tu mensaje que las palabras sobran cuando el corazón baila.