5 de junio
Viernes IX
Salmo 145 Alaba alma mía al Señor
Hazte viento, hazte sol, hazte nube, hazte pájaro del amanecer, hazte horizonte abierto, montaña nevada en verano, cumbre alta, páramo estéril, vega fértil, huerta fresca, ladera en flor, llanto y risa, plenitud, vacío, hazte alabanza de tu gloria, sonido sin voz, música callada, grito silencioso, alabaré al señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista. Cante mi ser tu gloria.
Como pájaro herido
que se debate en tierra,
que conoce que ya no dibujará líneas imposibles
jugando con la aurora.
Así, Señor, mi alma
espera tu llegada,
sabiendo que no despuntará el alba
sin declinar antes el día.
Sin que acabe antes el fulgor,
el estremecimiento,
el asombro enternecido.
El Espíritu inundó la tarde
alcanzando con su lengua
el corazón dormido