27 de febrero
Miércoles VII
Ecl 4, 11-19 Los que madrugan por ella se llenarán de gozo
mi alma se consume y anhela los atrios de nuestro Dios. Mi corazón y mi carne retozan, y madrugan, por el dios vivo. Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria, tu paso sigiloso en mi vida.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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