20 de septiembre
Martes XXV
Pro 21, 1-6 El corazón del rey es una acequia en manos de Dios, la dirige adonde quiere
Mi corazón en tus manos, mi corazón de rey, que tú haces real porque estás en lo más intimo de cada latido de mi ser, mi corazón un caudal de agua en tu acequia, mi corazón en tu corazón, mi corazón en tus manos, haz de mi lo que quieras, sea lo que sea, de doy las gracias. Desbordado por tu misericordia, amigo y amante.
Ante esta palabra ,me quedo muda.Haz que mi corazón se pierda en ti,y toda mi vida la pongo en tus manos.Gracias,Señor.