9 de julio
Martes XIV
Mt 9, 32-38 Estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tenían pastor
A la muchedumbre extenuada y abandonada nos mandas, me mandas, en tu nombre. Para proclamar el evangelio de tu liberación, de la plenitud de vida, de tu amor. Para derramar el bálsamo de la caridad en sus heridas. Para escuchar, para acompañar, para hacerme uno con ellas y en ellas por ti. Esta es la vocación. Todo lo demás chirimías.