7 de enero
Martes después de epifanía
Jn 3, 22-4, 6 Cuanto pidamos lo recibimos de él
Cuanto pido lo recibo de ti, pues tú pones en mis labios y en mi corazón el deseo de ti. En ti recibo todo cuanto soy, todo a lo que aspiro. Por ti suspiro, Dios mío, mi ser está inquieto hasta que descanse en ti. Pedid y se os dará, y pido que te des sin medida para que me pueda dar a ti.

¿Dónde estaban el día de tu muerte las multitudes que te seguían en vida?
¿dónde estamos cuando se atropellan a diario los derechos más básicos?
¿dónde vamos cuando nos alejamos de Dios?
¿quien nos mueve entonces?