18 de junio
Martes XI
Mt 5, 43-48 Rezad por los que os persiguen
Rezad por los que os persiguen, amad a vuestros enemigos, haced como hace vuestro Padre Bueno que hace salir el sol sobre todos, sin distinción de nada. Esto me dices hoy. Si rezo por mis enemigos dejan de ser tan enemigos, porque los pongo ante tu bendición, ante el clamor de tu misericordia, ante la bondad de tu mirada, que les envuelve en otra realidad. Creo que si rezo por mis enemigos empiezo, de una manera muy sutil, a tenerlos en mi vida de otra manera, y dejan de ser enemigos, para ser hijos tuyos, hermanos míos. Y tu Palabra cambia, como tantas veces, mi mentalidad. Cambie también mi corazón.
Aunque parece difícil, tengo que vividlo, sé que es más fácil amad a los que me corresponden,
pero Jesús me enseñó con su vida. Amó y perdonó a sus enemigos. ¡¡Ayúdame a seguir imitándote Señor!!
Perdona sin descanso y ama sin medida, no olvides que la brisa que produce fuego también refresca
Todo el odio que hay en mi
purifícalo con tu bondad.
Disuelve mis enemistades.
Pon en mi un corazón puro,
rendido, sin juzgar