23 de marzo
Sábado V de cuaresma
Jr 31 El Señor lo guardará como un pastor a su rebaño
Tu eco que me viene pastoreando a lo largo de toda la semana.
Pastor, que por amores mueres, tú me llamas con tus silbos amorosos. Te haces por amor mi amor y dueño, para que yo me haga en Ti, esclavo de tu amor que me libera. Pastor que te hiciste cayado en este leño para apacentarme. Pastor que me cantas con la flauta del amor hermoso, ríndeme, por el honor de tu nombre. Espera pues, Pastor, y escucha mis cuidados, que son requiebros heridos y por Ti sanados. En tu amor escondido, recibido, liberado. En silencio entregado, en silencio postrado, en silencio rendido, a tus pies, con todo el ser entregado, vertido, desaparecido. Iluminado por la claridad de tu presencia. Tú estás conmigo.
¡¡Todos necesitamos un Pastor, un Guía!! Tú, desde siempre nos vas enseñando a reconocerte, tiene muchas formas de llamar, de conducir.
¡¡Haz Señor que mis oídos y mi corazón siempre reconozcan tú Llamada, y yo siga el camino que me indicas.¡¡Gracias por Tú protección y guía!!
tu buen pastor
de tu amor, en ti yo soy
tan bien amada.