4 de mayo
III domingo de pascua
Jn 21, 1-19 Simón Pedro, que estaba desnudo…
Desnudo, recién creado, sin más ropajes ni aditamentos que el reconocer que tú eres el Señor, el centro de mi vida, el señor de la vida, el principio y el fundamento, el que me reviste de tu presencia amorosa, el que me llama y me envía a predicar la buena noticia a los pobres, hasta los confines del mundo. Desnudo para ti, Señor.
Autor: Nano Crespo
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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