30 de abril
Miércoles II de pascua
Salmo 33 Bendigo al Señor en todo momento
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre presente en mi boca; mi alma se gloría en el Señor, que los humildes lo escuchen y se alegren. Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará.
No hay mejores palabas que tu Palabra, para acercarme hoy a ti como mi oración. Déjame radiante en tu luz, Señor.