20 de octubre
XXIX Domingo
Lc 18, 1-8 Es necesario orar siempre
Hazme, Señor, oración en ti, lámpara encendida, llama de amor vivo, respiración gozosa, cada día, cada noche, en cada momento de mi vida. Que tu nombre no se aparte de mi boca ni de mi corazón. En todas mis acciones broten de ti como de su fuente y tiendan a ti, como a su fin. Por tu amor hermoso te lo pido, Señor.