perdido

24 de febrero
Miércoles II de cuaresma

Mt 20, 17-28 El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor

Arranca de mi, Señor, cualquier deseo de grandeza que no sea de servicio desinteresado, desapercibido, sencillo, humilde, perdido, para tu servicio, para tu gloria, para el bien de los más pobres, más sencillos, más humildes, más desgarrados. Cambia la lógica del reconocimiento, del prestigio, de la apariencia, del poder, en mi pobre corazón, que solo desea rendirse a tu misericordia. De una vez.

02.24