3 de julio
Santo Tomás
Ef 2, 19-23 para ser morada de Dios, por el Espíritu
Por el espíritu me haces morada tuya, habitas en mi, carne de mi carne, ser en mi ser tuyo, hijo de la fe, dichoso porque creo sin haber visto, bendecido porque has tocado mi carne con la luz de tu verdad, y me has dejado salvo. Gracias, Señor, por tu don.