9 de enero
Viernes después de Epifanía
Jn 4, 1-11 A Dios nadie lo ha visto nunca
Quedeme y olvideme, el rostro recliné sobre el amado, cesó todo y dejeme, dejando mi cuidado, entre las azucenas olvidado. Si nos amamos unos a otros tú permaneces en nosotros, y tu amor llega a nosotros a su plenitud.