Una farsa

5 de noviembre
Martes XXXI

Rm 12, 5-16 Que vuestra caridad no sea un farsa

Tu palabra me ofrece tu sabiduría de vida, de la vida que quiere ser vivida en ti, desde tu amor, en amor a los demás. Que vuestra caridad no sea una farsa, aborreced lo malo, apegaos a lo bueno; como buenos hermanos sed cariñosos unos con otros estimando a los demás más que a uno mismo. En la actividad no seáis descuidados; en el espíritu, manteneos ardientes. Servid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres; estad firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración….con los que ríen estad alegres; con los que lloran, llorad. No tengáis grandes pretensiones, sino poneos al nivel de la gente humilde. Cada letra que escribo es unas súplica, Señor. Que todo esto se cumpla en mí, para tu gloria.

11.05