Renacer

30 de mayo
San Fernando

I Pedro 1, 18-25 Mirad que habéis vuelto a nacer

Cuando menos te lo esperas, por puro don mío, por pura iniciativa mía, porque te quiero, porque siempre te sorprendo, porque te hago fecundo en la vejez, entonces, cuando todo estaba establecido y parecía que nada ni nadie podría hacerte entrar de nuevo en el seno de tu madre y comenzar de nuevo, renovado, entonces, cuando ya no confiabas en tus fuerzas ni en tus escudos, ni en tus lanzas, ni en tus carros, ni en tu caballería, ni en tu nada, entonces, solo entonces, te hago renacer. ¿No lo estás viendo?