Plenitud

2 de septiembre
Viernes XXII

Col 1, 15-20 En El quiso Dios que residiera toda la plenitud

Contemplo tu rostro, Señor, me pongo junto a tu ser amor, y voy repitiendo estas afirmaciones de la carta a los colosenses.  Tan sencillas en su profundidad insondable. Tú la plenitud. Tú el origen de todo. Tú anterior a todo. Tú en el que todo se mantiene. Dejo, Señor, que resuene el Tú en mi, y en silencio accedo a tu plenitud.