1 de septiembre 2010
Miércoles XXII
Salmo 32 Con él se alegra nuestro corazón
Quiero comenzar un nuevo curso de “Dimeunapalabra” con esta frase del salmo que nos regala hoy la liturgia de la palabra en la eucaristía. Y dejar que empape lo más profundo de mi ser. Contigo se alegra mi corazón, Señor, pues has puesto en él más alegría que si abundara en trigo y en vino. La alegría que recibo, como María, al saber que estás conmigo, en este año que comienza. Gracias, Señor.