Cabales

24 de enero
Sábado II

Mc 3, 20-12 Decían que no estaba en sus cabales

Tu propia familia juzgándote tan duramente, pues no parabas, y no tenías ni un momento para comer, y continuamente estabas dedicado a los demás,  entregando tu vida sin reserva: loco de atar. Eres  signo de contradicción. Haces que nadie quede indiferente ante tu actuar y el actuar de tantos discípulos tuyos: está loco. Bendita locura, Señor, que trae la salvación.

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