19 de enero
Lunes II
Mc 2, 18-22 A vino nuevo, odres nuevos
Cada día nos llega el vino nuevo, pues nos ofreces la posibilidad de comenzar el día de nuevo, renaciendo, con una nueva mirada, transformadora, que penetre más allá de la realidad y que sepa ver lo que no se ve en lo que se ve. Cada día nos llega el vino nuevo en tu sangre, que nos permite transformar nuestro corazón y comenzar a latir desde misma entrega. Lástima que tantas veces la novedad caiga en odre viejo.