Al cansado

0 de diciembre
Miércoles II de adviento
Is 40, 25-31 El da fuerza al cansado, acrecienta el vigor del inválido

Así eres tú, Señor, nuestro Mesías, nuestro Salvador, nuestro restaurador. Así nos sigues llamado a los que estamos cansados y agobiados, pues tú nos aliviarás. Así llegas, como aquél que en la debilidad renuevas las fuerzas, las fuerzas de los que esperamos en Ti, aunque sigamos siendo débiles.  Así llegas, para darnos alas de águila, para que corramos sin cansarnos, marchemos sin fatigarnos, siguiéndote a ti. Que llegas, que ya estás.