Salvación

2 de abril
Miércoles II de Pascua

Jn 3, 16-21 No mandó a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él

Porque Dios amó al mundo tanto que todo se ha vuelto una cuestión de amor. Y el amor todo lo puede, y todo lo soporta. El amor perdona sin límites, soporta sin límites, aguanta sin límites. Porque el amor no pasa nunca. Porque el amor es el que salva, el amor acoge, dialoga, tiende una mano…el amor perdona y no condena. El amor salva. Y así hace Dios contigo y conmigo, y así quiere que demos testimonio de él, y de su amor en el mundo.