Paseaba por el jardín

9 de febrero
Viernes V semana

Gn 1, 18 El Señor paseaba por el jardín a la hora de la brisa

Tanta era la amistad de Dios con el ser humano, tanta su cercanía, que bajaba todas las tardes, a la hora de la brisa, a pasear por el jardín, y estar con sus criaturas, como un amigo, como el creador que se recrea con su criatura. Bendice alma mía al Señor porque estás conmigo. Y ese estar no necesita de más, es presencia, es mirada, es compañía, es apoyo de amante. Eso fue al inicio. Hacia esos vamos. Jesús ha restaurado la posibilidad. Quédate junto a nosotros, Señor, esta tarde.