15 de febrero
Martes VI
Marcos 8, 14-21 ¿No acabáis de entender?
Resuena esta pregunta en mi corazón, y mi mente, tras leer el evangelio. Es todo tan evidente y sin embargo no acabo de entender existencialmente. Comprendo sin comprender verdaderamente. Grábame tu Palabra en lo más profundo de mi corazón, para que hecha carene en mi, la entienda viviéndola.
Una ves más te pido perdón Señor, por mi ceguera, por no vivir plenamente tú Palabra.
Deseo que se encarne en mi corazón y la haga vida mía.
Gracias Nano, por la meditación de la Palabra.
Haz Señor que nuestro esfuerzo por conocer tu misterio incomprensible nos acerque cada vez más a tu realidad.