16 de febrero
Miércoles VI
Mc 8, 22-26 ¿Ves algo?
Creo que veo todo pero se que solo veo algo. Empiezo a distinguir, todavía no veo con claridad, no contemplo cara a cara. Todavía mis ojos tienen que ser purificados con el agua de la fe, la caridad y la esperanza para ver viendo, para comprender la realidad que está más allá de la realidad, en la realidad, trascendida en tu belleza y tu verdad.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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“Veo hombres; me parecen árboles, pero andan”. Enséñanos a ver en el otro a un hermano, un reflejo de ti, de nosotros.
Creo Señor, pero sé que me falta mucho camino para ver claro como Tú deseas.
Ver, no es lo mismo que saber lo que veo, cómo lo veo, es un camino que me invita a unirme más a Ti ,para hacer mi vida transparente.¡¡Limpia mis ojos Señor!!
Se que tengo nublada la vision…. que miro pero no veo. Ayudame a ver lo que tengo, me rodea y valorarlo
¡Cuánto cuesta ver claro!. Salgo a tu encuentro, Señor, porque quiero ver y te pido que me devuelvas la vista y tú me tocas y me preguntas si veo algo y yo, al principio solo veo sombras que se mueven, y vuelvo a ti, quiero ver, y tú me vuelves a tocar y yo veo.
Quiero ver, Señor, tocame los ojos cada día, cada vez que solo vea sombras, ayúdame a ver porque solo así podré caminar contigo, solo así podré ver a los hombres sin que me parezcan árboles que caminan.