5 de mayo
Miércoles V de pascua
Jn 15, 1-8 Yo soy l a vid, vosotros los sarmientos
Tú eres la vid, nosotros los sarmientos. De ti recibimos la vida, tú nos enraízas en la tierra, tú nos haces dar fruto. Unidos a ti, permaneciendo en ti, vivimos, somos fecundos y abundantes. Permanecer en ti, que tus palabras permanezcan en nosotros, para dar gloria al padre. No permitas, Señor, que nos separemos de ti.
¡¡Sabemos Señor que sin tu savia no daremos fruto!!
Mi unión a Ti tiene una gran importancia, no me siento sola, sé que la sabía la haces circular tú en mi corazón. Mi deseo es ramificarme, ser puente, por donde los demás lleguen a Ti.¡¡Gracias Señor!!