3 de mayo
Santos Felipe y Santiago
Jn 14, 6-14 Quien me ha vista a mí ha visto al Padre
Por eso que no se separen mis ojos de tu rostro, que no me canse de mirarte y embeberme en la claridad de tu presencia, fijos mis ojos en ti, Señor, mientras tú me miras y remiras, y me bañas en el caudal de tu ternura. ¿A dónde escaparé de tu mirada, a dónde iré lejos de tu aliento?
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM