6 de abril
Lunes santo
Jn 12, 1—11 Le ungió a Jesús los pies….
…con una libra de nardo, y se los enjugó con la cabellera. Adorarte, Señor, desde lo más esencial de mi vida. Ser perfume derramado junto a ti. Ponerme a tu servicio, humildemente, tener un gesto gratuito de amor, el gesto que todo lo da y nada espera, el gesto que se dona sin buscar nada a cambio, el gesto sencillo y tan difícil de amor enamorado.
Dar sin esperar contraprestación, reservarte tu momento a lo largo del día, aunque los demas no lo entiendan y asumir las críticas por ello, en la certeza de que Tu diste la vida por mi, Gracias, ahora y siempre Gracias. No me abandones Padre.