27 de marzo
Miércoles III cuaresma
Dt 4, 1-5-9 Mirad
Centra mi mirada en tu rostro, Señor, que viva para cumplir tu voluntad. Mira que pongo mi corazón en el tuyo, entregado, rendido, una vez más, enamorado. Hazme solo tuyo, radicalmente tuyo, perdido en tu costado, unido a tu cuerpo, en ti fundido. Miro tus ojos
en tu pupila de amor anido. Dame el mirarte con tus ojos, y olvidarme de todo en ti.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM