11 de diciembre
Viernes II de adviento
Is 48, 17-19 Yo el Señor te enseño para tu bien
Simplemente escuchar: “Yo el Señor te enseño para tu bien te guío por el camino que sigues. Si hubieras atendido mis mandatos, sería tu paz como un río, tu justicia como las olas del mar; tu progenie sería como arena, como sus granos los vástagos de tus entrañas”. Escuchar y reconocer que es verdad.