22 de junio
Miércoles XII
Mt 7, 15-20 Por sus frutos los conoceréis
Acabo de terminar de leer las cartas que Santo Tomás Moro, cuya memoria celebramos hoy, envía, estando prisionero, desde la Torre de Londres, a sus hijas y algunos conocidos. Antes morir que ir en contra de su conciencia, donde estabas tú guiándole a la vida. Sus últimas palabras fueron: “Muero siendo el buen siervo del Rey, pero primero de Dios” Y es que no se puede servir a dos señores…
La Fe es una complicidad eterna y misteriosa en tu providencia…