15 de marzo
Jueves III
Salmo 94 No endurezcáis el corazón
Buen consejo, Señor, en mitad de la semana. Puedo parar un momento y meditar, recordando, que es pasando de nuevo por el corazón, los momentos en que he sido duro en mis juicios, en mis apreciaciones, en relación con los demás. Los momentos en los que he cerrado y no he abierto; los momentos en que he mantenido monólogos en lugar de diálogos; los momentos en los que me he buscado en vez de buscarte o buscar al hermano solo y desamparado.
Señor Jesús.
Que mi corazón esté abierto a tu gracias.
Que no me cierre a tú voz.
Que vea claro lo que me pides.
Ya que hay momentos en los que veo todo oscuro.
¡¡Te amo Señor, quiero hacer tu voluntad, perdona mis fragilidades!!
Señor de cielos y tierra, Dios de dioses y origen de toda bondad, escucha la voz de un corazón creyente que se postra ante ti esperando misericordia.