6 de febrero
Viernes IV
Hb 13, 1-8 Vivid sin ansia de dinero
Eso es lo que nos pierde tantas veces, el ansia de tener, de poseer, de acumular….el ansia. Un movimiento profundo del ser que desestabiliza y nos saca del centro, de la fuente de donde brota la vida gratuita y verdadera. Nuestro egoísmo se crece con el ansia, nuestro ser se ahoga en el ansia de dinero, en el consumo desaforado, en el gasto superficial. Dame, Señor, una vida, sobria, honrada y religiosa. Pobre. Rica en Ti.
Cuando nací nada traía, y nada me llevaré cuando vaya a Ti, aprender a vivir con lo necesario es una larga tarea que he comenzado pensando que cuando algo necesite estarás Tu para proporcionarme la forma de obtenerlo si me conviene, mientras, ayudame a poner en práctica tódos los días tu enseñanza, porque cuanto mas comparto mis bienes mas rica me siento en mi interior.