12 de noviembre
Sábado XXXI
Lc 18, 1-8 Para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer
Que mi oración, Señor, sea como el eco de mi respiración y el latir de mi corazón. Señor Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí, que soy un pecador.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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