15 de abril
Martes IV de Pascua
Jn 10, 22-30 Y ellas me siguen
Seguirte a Ti, Señor, porque escucho tu voz y me siento llamado, porque pronuncias mi nombre y me encuentro convocado, porque mi miras y me conoces, y me das la vida. Seguirte a ti, Señor, buen pastor, y querer acompañarte por los caminos de la misericordia entrañable, de la vida donada en atención y ternura hacia cada uno de los que vas poniendo en mi camino, que es el tuyo. Te expreso mis deseaos, Señor. Tú puedes hacerlos realidad cada día.