22 de julio
Santa María Magdalena
Salmo 62 Mi alma está sedienta de ti
Cuánta verdad. Mi alma está sedienta de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. Y llevo una temporada distraído con mil cosas, y reseco a más no poder. Se que tú estás igual que siempre, sé que tu gracia vale más que la vida, trato que te alaben mis labios…Sé que me saciarás de enjundia y de manteca, que mi alma está unida a ti, que tu diestra me sostiene, Y eso me basta. Aunque no me sobre.