Sal de tu casa

20 de junio
Lunes XII

Gen 12, 1-9 Sal de tu tierra y de la casa de tu padre

Escucho este mandato tuyo, Señor, y lo interiorizo, lo hago carne en mi carne, deseo en mi deseo, entrega en mi entrega a ti. Escucho tu palabra, Señor, que me llama a moverme, a desinstalarme, y pongo confianza y disponibilidad. Y junto a ti pongo a todos los que tienen que dejar sus hogares y su tierra por causa mayor: guerra, persecución, hambruna, emigración…que en Ti encuentren su Tierra Prometida.

3 opiniones en “Sal de tu casa”

  1. La disponibilidad que da la fe nos ayuda a leer nuestra vida como una brisa de Dios.

  2. Abandona tu casa, tu terreno conocido, la seguridad que te otorga el anonimato y busca a Dios sin reparar en las consecuencias

  3. Señor, sabes muy bien que tienes mi vida en tus manos, no me instalo en este mundo.
    Mi destino es seguir tus huellas, ilumina mis pasos y enseñame lo que deseas de mi vida.

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